Alcohol, noche y conducción, una mezcla fatal

Está demostrado que el alcohol produce graves efectos físicos, psíquicos y sociales. Pero, aún así, a muchos jóvenes les gusta juntarse con los amigos y beber.

La mayoría de los incidentes de circulación en los que están involucrados jóvenes tienen que ver con la noche, la falta de experiencia y la ingesta de alcohol u otras sustancias estupefacientes.

Si has ingerido alcohol, o has tomado alguna sustancia incompatible con la conducción, es importante que sepas como actuar para volver a casa sano y salvo. Estos consejos que te ofrecemos te van a ayudar, ¡seguro!

• Lo primero, responsabilidad. Cuando salgas por la noche con tus amigos y tengáis que usar un coche, os recomendamos que elijáis al “conductor 0,0”, que no probará una gota de alcohol y que será el chófer del grupo hasta el regreso a casa.

• Cuidado también con el cansancio o la fatiga, conducir con sueño puede ser tan peligroso como conducir bebido.

• Si todos vais a beber hay otras opciones antes de ponerse al volante con unas copas de más, como son el transporte público, taxis o los VTC.

• Puede que no lo sepas, pero el alcohol afecta desde la primera copa, alterando la capacidad para conducir. Si ya has bebido, aunque sea una cerveza, olvida el volante.

• Más del 60% de fallecidos en la carretera por causa del alcohol o las drogas son jóvenes, ¿quieres tú también formar parte de esa estadística?

• Olvida las redes sociales mientras conduces. Son incontables los siniestros provocados por manejar el teléfono durante la conducción, espera a llegar a casa para actualizar tu perfil.

• La diversión no está en el fondo de una botella o en una “piedra” de hachís. Tu imaginación, tu sentido del humor, y tus amigos, es todo lo que necesitas para pasar un buen rato.

• No vayas de pasajero si sabes que el conductor ha bebido o consumido drogas. Lo mejor que puedes hacer por ti y por esa persona es invitarle a que ceda el puesto a alguien que sí pueda conducir con seguridad.

• Atento a la resaca del día siguiente. Está ampliamente demostrado que los conductores que conducen con resaca son más propensos a superar los límites de velocidad y a cometer más infracciones, además de que disminuye el nivel de atención.